La mentalidad del ser humano es capaz de cosas inimaginables, la creatividad, en ingenio y el empeño del ser humano se ponen a prueba día con día, la observación, el análisis, la perspectiva y los objetivos que se fija el hombre frente a su destino laboral, a su emprendimiento, a la empresa parten de su empresa primaria, su propia vida. Para que un sujeto como cualquiera surja en el mundo empresarial, no hay formula, no existe; la única formula es la oportunidad, saberla ver y tomarla en el momento indicado son las primeras claves para que surja una verdadera oportunidad de negocio y por ende de éxito.
Una buena idea de negocio es aquella en la que se visibiliza la oportunidad según la demanda y la competencia que exista en el entorno, con un adecuado estudio sectorial, con observación, interacción con la gente y proyección empresarial surgen ideas que a corto plazo dan como resultado exitosos negocios.
Tener mentalidad emprendedora, proponer nuevos caminos o novedosos destinos para llegar al éxito, ser una persona que descubre que debe ser protagonista del mundo, de la historia. Que ella misma es la única constructora de su propio destino, y por esta razón busca por todos los medios, éticos honrados y responsables, poner en funcionamiento todas sus capacidades, hará descubrir oportunidades donde el común de la gente nunca hubiera pensado que existían y para lograr esto se debe romper con las reglas que todos siguen, ir mas allá de los límites que la mayoría se auto-impone. No conformarse con lo que existe. Con lo que ya está inventado.
El descubrimiento de una idea es la introyección misma de una necesidad visibilizada y sentida que posteriormente ha de ser proyectada e implementada para dar así inicio a un nuevo ciclo de innovación, creatividad y emprendimiento en al ámbito empresarial.
"Si una persona es perseverante, aunque sea dura de entendimiento, se hará inteligente; y aunque sea débil se transformará en fuerte”
Leonardo da Vinci
