martes, 19 de mayo de 2009

Tendencias: Mi jefe soy yo


Lanzarse al ruedo de la independencia laboral tiene sus ventajas: autonomía, mayor flexibilidad en el manejo del tiempo, trabajar en casa junto con la familia y, muchas veces, ganar más dinero.

¿Lo anima la idea?

El trabajo independiente está de moda. Son muchos los que cansados de no pasar más tiempo con sus familias, o por el galopante desempleo o por ganar más, o porque simplemente dijeron “no más”, se impusieron el reto de convertirse en sus propios jefes. Las cifras de ese ‘salto al vacío’ son elocuentes.

Según la encuesta Nacional de Hogares del DANE, mientras que en 1991 los trabajadores independientes representaban el 25.3% de la población trabajadora, en el 2000 la cifra llegó al 33.6%.

El fenómeno no era nuevo pero, desde el 2000, año en que la crisis económica en Colombia tocó límites, muchos optaron por confiarse en las cifras que llegaban del otro lado del océano. En efecto. Mientras que en los Estados Unidos hay 6,6 millones de trabajadores virtuales, en la Unión Europea el bloque de los independientes supera los 10 millones de personas.

¿Y en Colombia, cómo se sienten los que dieron el paso, qué dicen los expertos? “La mayoría de los trabajos caen en una rutina que aburre a la gente”.”En las empresas se asciende sólo hasta un cierto punto”, explica el psicólogo José Manuel Angarita. “En las empresas hay que cumplir horarios, ponerse una corbata, acatar las órdenes de un jefe que no siempre es el más idóneo”.

Los individuos desean autonomía e independencia”, agrega. Y aunque son muchos los que tienen la tentación de ser sus propios jefes y construir para sí mismos y no para otros, pocos se atreven a perder la estabilidad. Lo paradójico es que las ventajas del free lance son muchas y suele ser más lo que se gana que lo que se pierde.

Tírese al charco

Trabajar por cuenta propia, y en eso coinciden los sicólogos, es tal vez más complejo y exigente que hacerlo como dependiente de una empresa. Hay que tener autonomía para elegir las metas, constancia para alcanzarlas y una alta dosis de tolerancia a las mil y una frustraciones que se presentan.

Para la psicóloga Adriana Miller “el trabajo independiente antes era una opción y ahora una imposición”, pues según lo ha podido confirmar, cada vez son menos las organizaciones que vinculan a sus empleados a termino indefinido. En su opinión, “los colombianos tenemos que pensar en que cada uno es su propia empresa, desarrollar esa propia empresa y redefinir el concepto empleo y más bien pensar en trabajo”.


El futuro

Lo cierto es que los trabajadores independientes han iniciado un cambio en la estructura laboral en Colombia. “Estas nuevas formas de trabajo cambian las formas de relación, de interacción, del ejercicio del poder, implican unas competencias distintas, controles de gestión diferentes”, estima Adriana Miller. De la misma manera están derribando estilos de gerencia. Marcela Riaño manifiesta que en Colombia, “estamos acostumbrados a que para ser gerente o ejecutivo se necesita una oficina y un escritorio con una silla alta para mirar por encima a los demás. En Estados Unidos no sucede eso. Un presidente o un gerente de una compañía sacan ellos mismos sus fotocopias” ( Igualitico que en Colombia